El viernes por la noche, alrededor de 21 personas (trece de ellas extranjeras) fueron asesinadas por talibanes en un restaurante de Kabul. Un suicida equipado con una bomba abrió camino a dos hombres armados que dispararon a los clientes. El ataque parece ser uno de los más mortíferos contra civiles occidentales en Kabul desde 2001, con 13 expatriados muertos. La embajada de EEUU en Kabul informó de que dos estadounidenses habían sido asesinados, al igual que dos británicos y canadienses, rusos y libaneses. Las autoridades afganas se encuentran aún identificando a los muertos cuando la oficina general de Naciones Unidas señaló que cuatro miembros de Naciones Unidas junto a varios de otras organizaciones internacionales habían muerto. Uno de esos era el jefe de Asuntos Políticos de Afganistán. La elección de un restaurante es una excepción, puesto que los talibanes han golpeado con frecuencia edificios gubernamentales fortificados, aunque estos ataques provocaron pocas víctimas. La base militar se encuentra a 1,6 km del restaurante, pero este no cuenta con el nivel de seguridad de las instalaciones oficiales. Los fundamentalistas dijeron haber causado numerosas víctimas, siendo una de ellas era un alto funcionario alemán, señalando que pretendían golpear a extranjeros con importantes cargos. Estos llegaron al restaurante a pie, y el suicida mostró una bomba y mató a los tres afganos que custodiaban el restaurante; luego los pistoleros entraron y empezaron a disparar indiscriminadamente. Aunque los talibanes han atacado varias veces en Kabul, pocas veces han atacado directamente a los civiles occidentales que viven en la ciudad. Lourdes Rey Romero, 1º. Bachillerato-B
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